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¡Qué necedad es pedir algo a los ídolos! Las predicciones de los adivinos son un montón de mentiras necias; ¿qué consuelo hay en promesas que no llegan a cumplirse? Judá e Israel han sido engañados por ellos y por eso ahora vagan como ovejas perdidas; todos las atacan porque no tienen pastor que las defienda.

Mi ira se ha encendido contra los que dicen ser tus pastores, contra tus jefes, y los castigaré. Porque ha llegado el Señor Todopoderoso a defender a Judá, su rebaño. Lo haré fuerte y distinguido como caballo de honor en el combate. De Judá saldrá la piedra del ángulo, que es la más importante de una construcción; y la estaca más resistente de su tienda de campaña; también el arco para la guerra; saldrán también eficaces gobernantes.

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